Al llegar la noche, cada uno relató los acontecimientos de la jornada. El mayor había dado muerte a un dragón que sembraba el pánico por todo el reino.
El segundo venció a diez hombres bien armados con una pequeña daga .
El tercero dijo: - Salí a la montaña y encontré a mi mayor enemigo durmiendo al borde del alcantarillado... y le dejé durmiendo.
Entonces el rey se levantó del trono, abrazó a su hijo menor y le entregó el brillante.
LITCHU
( Parábolas en son de Paz. CCS p. 157)